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17 más bien, les enseñaba y les decía: «¿Acaso no está escrito: “Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones”?(A) ¡Pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones!»(B) 18 Cuando los escribas y los principales sacerdotes lo oyeron, comenzaron a buscar la manera de matarlo. Y es que le tenían miedo, pues toda la gente estaba admirada de sus enseñanzas. 19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.

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